Hans Von Hentig (1964),
ciriminólogo alemán de la primera mitad del pasado siglo, comenzó su
investigación estudiando los factores que predisponen hacia la
criminalidad y qué consecuencias tiene en una persona llegar a
convertirse en una víctima. En sus estudios halló que ciertas
características de las víctimas desempeñan un papel en moldear los
crímenes sufridos. Estaba convencido de que algunas víctimas contribuían
a su propia victimización, por virtud de varios factores convergentes,
algunos de ellos incontrolables. Calificó a las víctimas en 11
categorías examinando sus factores de riesgo:
1. Persona joven: por considerarse débil y vulnerable en ese período de su desarrollo, siendo una víctima fácil de una agresión.
2. Mujer: considerándose de sexo más débil, por estar condicionada culturalmetne a aceptar la autoridad masculina y a creer que su valía está supeditada con su sexualidad, lo que en extremos conlleva a autoestima baja, depresión, abuso de sustancias, promiscuidad y prostitución, con una alta probabilidad de exposición a sufrir daño.
3. Anciano: por ser físicamente más débil, mentalmente menos capaz y quizás bajo el cuidado de un tercero, lo que lo expone a un sinfín de daños, desde robo de propiedad personal hasta abuso físico.
4. Retrasado mental, drogadicto, demente, alcohólico: por ser personas que pueden sufrir de alguna condición que altere su percepción de la realidad y que, como consecuencia de su aflicción, personalidad y entorno, pueden ser víctimas potenciales de hacerse daño a sí mismos o a otros.
5. Inmigrantes y minorías: aquellos que se consideren extranjeros por no estar familiarizados con la cultura en la que viven, tanto a nivel de comunicación como de comprensión. Éstos, dependiendo de a dónde van y con quién se encuentren, pueden estar expuestos a abusos, robos, a ser parte de un plan de conspiración y a prejuicios.
6. Depresivo: por poder sufrir de alguna alteración de su instinto de conservación, por estar bajo la influencia de psicotrópicos que alteren su percepción, su juicio y su razonamiento.
7. Codicioso: por buscar la forma de ganar dinero fácil y rápidamente de forma ansiosa. Puede limitar su juicio o ponerse en peligro con tal de conseguir su fin.
8. Caprichoso: por su disposición lasciva, persona promiscua que se implica en indiscriminada actividad sexual con diferentes personas, exponiéndose a contraer cualquier tipo de enfermedad venérea y a mantener relaciones con distintas personas, las cuales pueden ser complacientes, sanas o narcisos, celosas y destructivas.
9. Solitarios y abandonados: tales como los viudos, los que viven duelos, dado que están devastados por su pérdida, vulnerables al abuso de sustancias y pueden ser presas fáciles para estafadores, abusadores y manipuladores.
10. Torturador: en el que la víctima puede convertirse en autor del delito, dándose como ejemplo el caso del padre abusivo, exponiéndose a que sus víctimas ejerzan su venganza.
11. Bloqueado, excluido y agresivo: siendo, en estos casos, el bloqueado por su imposibilidad de defensa; el excluido por su marginación, y el agresivo por la provocación que puede realizar.
1. Persona joven: por considerarse débil y vulnerable en ese período de su desarrollo, siendo una víctima fácil de una agresión.
2. Mujer: considerándose de sexo más débil, por estar condicionada culturalmetne a aceptar la autoridad masculina y a creer que su valía está supeditada con su sexualidad, lo que en extremos conlleva a autoestima baja, depresión, abuso de sustancias, promiscuidad y prostitución, con una alta probabilidad de exposición a sufrir daño.
3. Anciano: por ser físicamente más débil, mentalmente menos capaz y quizás bajo el cuidado de un tercero, lo que lo expone a un sinfín de daños, desde robo de propiedad personal hasta abuso físico.
4. Retrasado mental, drogadicto, demente, alcohólico: por ser personas que pueden sufrir de alguna condición que altere su percepción de la realidad y que, como consecuencia de su aflicción, personalidad y entorno, pueden ser víctimas potenciales de hacerse daño a sí mismos o a otros.
5. Inmigrantes y minorías: aquellos que se consideren extranjeros por no estar familiarizados con la cultura en la que viven, tanto a nivel de comunicación como de comprensión. Éstos, dependiendo de a dónde van y con quién se encuentren, pueden estar expuestos a abusos, robos, a ser parte de un plan de conspiración y a prejuicios.
6. Depresivo: por poder sufrir de alguna alteración de su instinto de conservación, por estar bajo la influencia de psicotrópicos que alteren su percepción, su juicio y su razonamiento.
7. Codicioso: por buscar la forma de ganar dinero fácil y rápidamente de forma ansiosa. Puede limitar su juicio o ponerse en peligro con tal de conseguir su fin.
8. Caprichoso: por su disposición lasciva, persona promiscua que se implica en indiscriminada actividad sexual con diferentes personas, exponiéndose a contraer cualquier tipo de enfermedad venérea y a mantener relaciones con distintas personas, las cuales pueden ser complacientes, sanas o narcisos, celosas y destructivas.
9. Solitarios y abandonados: tales como los viudos, los que viven duelos, dado que están devastados por su pérdida, vulnerables al abuso de sustancias y pueden ser presas fáciles para estafadores, abusadores y manipuladores.
10. Torturador: en el que la víctima puede convertirse en autor del delito, dándose como ejemplo el caso del padre abusivo, exponiéndose a que sus víctimas ejerzan su venganza.
11. Bloqueado, excluido y agresivo: siendo, en estos casos, el bloqueado por su imposibilidad de defensa; el excluido por su marginación, y el agresivo por la provocación que puede realizar.
Contenido
extractado de la Obra «Manual práctico del perfil criminológico».
(Jorge Jiménez Serrano. Lex Nova, 2.ª edición, abril 2012).
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